jueves, 9 de diciembre de 2010

Cuando los paraguas no sirven




Estos días hay una noticia que se repite constantemente y a la cuál ya estamos acostumbrados. No hablo de las discusiones entre niños políticos, la crisis económica o como Wikileaks intenta abrirnos los ojos cada día un poco más. Hablo del tiempo, el tema favorito de todo ascensorista.

Da igual en que momento pongas las noticias, que te vas a encontrar agua, agua, agua, anuncios (si ves las noticias de Antena 3) y más agua. Siempre que las veo, me viene a la cabeza una escena de la película “Forrest Gump”, en la que el protagonista describe los tipos de lluvia que había en Vietnam. Está claro que, actualmente no necesitamos ir tan lejos para ver todos esos tipos de lluvia. Lluvia fina, lluvia gorda y espesa, lluvia que cae de lado, hasta la que decía Forrest que subía desde abajo… Además, también es fácil encontrarnos con esa lluvia sólida que hace daño o con la lluvia que nos mantiene entre algodones.

Debido a esta cantidad de agua, es necesario llevar el paraguas. Este objeto, es como un órgano más en estos días que, en mayor o menor medida cumple su función. Pero, en mi ciudad, Avilés, hay otro peligro para el cual, el paraguas no está preparado.

Debido a las peculiaridades únicas de Avilés, hay una nueva forma de lluvia: la explosiva. Este tipo de lluvia se caracteriza en atacarte en cuanto menos te lo esperas y sin previo aviso. Ataca desde abajo como si fuera un aspersor con el único objetivo de causar el mayor daño posible. Además, puede llegar a tener composiciones diferentes, según donde se encuentre, lo que provoca que el daño sea mayor. Es una lluvia muy temida pues son como minas, que atacan en cuanto menos te lo esperas. En cuanto las pisas y, sin que te dé tiempo a reaccionar, ya estás mojado.

Por desgracia, este tipo de lluvia está aumentando de una forma espectacular. Cuanto más se descuida la ciudad, más “minas” aparecen. Debe ser la forma de protestar de la urbe ante tanta dejadez. Y cuanto más aumente, más lluvias explosivas habrá y mayor será el número de afectados.

Así que la mejor solución ante este temporal sea quedarse en casa. Aunque si la humedad ha invadido tu hogar, solo te queda una salida: ¡huye! Y no olvides tu paraguas claro. Salvo que vivas en Avilés pues, aunque lo lleves, acabarás perdido.