jueves, 22 de abril de 2010

¿La Guerra Santa del siglo XXI?



Alrededor del año 1000 a. C., numerosos papas quisieron, en un afán expansionista, recuperar la tierra santa, Jerusalén. Esta tierra se encontraba bajo el mando de los musulmanes, los cuales no querían abandonar las tierras donde vivían. Así comenzaron las Cruzadas o la llamada guerra santa, que duró unos 200 años.

Últimamente, parece que está guerra sigue presente en la sociedad que nos rodea. Pero se ha modernizado. En vez de tener armas o flechas como espadas, ambos bandos tiene armas muy diferentes. Por un lado, el sacro imperio europeo empuña las leyes, mientras que los árabes luchan con sus hiyab, niquabs y burkas a la cabeza.

Éstas indumentarias son la forma en que las mujeres muestran su respeto a Dios. Ellas, según trae escrito en el Corán, deben cubrirse la cabeza en señal de respeto a Alá. Por esta razón son “obligadas” a llevarlos.

Pero en numerosos países de Europa, donde el Islam es una religión minoritaria, se está intentando limitar el uso de estos atuendos. Es decir, como si de un homenaje a los papas del siglo XI, estamos en contra de los musulmanes. Pero estas críticas, no nacen del ateísmo más puro sino que tienen sus explicaciones.

La mayoría de países están de acuerdo por ejemplo que, todas aquellas funcionarias que trabajen de cara al público, no pueden llevar ninguno de estos elementos. No es ningún capricho pues casi todas las naciones europeas son laicas y por tanto, ajenas a cualquier tipo de religión. Parecería chocante ver a una ministra de interior, que representa al país germano con un burka puesto. ¿Los talibanes han invadido Alemania?

También coinciden, en que hay que limitar el uso del niquab como del burka en lugares públicos. Ambos, impiden reconocer a una persona si la situación lo requiere: juicios, delitos… No es que existan prejuicios contra los musulmanes por vetarlos de esta manera, sino que más bien es impedir dejar discurrir la inteligencia humana. Siempre hay gente que se aprovecha de atuendos así para salirse con la suya.

Por desgracia, estas restricciones suelen afectar al hermano pequeño del niquab y del burka: el hiyab. Es lo que se observa desde hace unos pocos días. Oímos en numerosos medios de comunicación que una niña es obligada a quitarse el velo para entrar en clase, que ha sido expulsada por llevar velo… Se pasa de una restricción necesaria, a una limitación caprichosa. Como es el caso, el de la joven Najwa.

Esta niña es obligada a quitarse el velo si quiere ir a clase. Esta norma se encuentra en el reglamento interno del instituto Camilo José Cela donde también se encuentra que los niños tienen derecho a que se respete su libertad de conciencia así como sus convicciones religiosas. ¿Qué contrariedad, no?

El instituto debería respetar la libertad religiosa de la niña y, por tanto, permitir que llevase el velo. Sin embargo, no sucede eso. Es más, la asociación de padres, incluso la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, apoyan la decisión del colegio. ¿Acaso han desparecido por arte de magia los derechos de Nawja? ¿También se ha prohibido la entrada al instituto a todos aquellos niños que lleven una cruz en el cuello, un tatuaje o un piercing?

Esta veto, no solo atenta contra el artículo interno del instituto, sino también contra la Carta de los Derechos Humanos como contra la carta de la UNESCO, donde toda persona tiene derecho a libertad religiosa. ¿O es que acaso en Madrid la gente no tiene derechos? De momento, se rumorea que está en trámite una ley que prohíba el uso del velo en escuelas así como los crucifijos en las paredes de los centros. Unos sectores políticos apoyan unánimemente la prohibición de los velos, pero en cuanto se les pregunta por la de los crucifijos, empiezan a criticar la economía o a Zapatero. Ven necesaria la prohibición de un elemento que somete a la mujer al hombre y que en algunos países de Asia, las mujeres que no llevan velo son víctimas de abusos sexuales.

Pero, al contrario de las críticas que provienen de estos sectores, la mujer lo lleva por respeto a DIOS, a Alá. Aunque es cierto que, seguramente Alá sea un hombre, las mujeres tienen derecho a llevar el hiyab en respeto a la divinidad en que creen. Por tanto, además de atentar contra la libertad, se atentaría contra una religión.

En cambio, la presencia del crucifijo en algunas escuelas, no es tan justificable. En escuelas públicas, donde se da una educación estatal, no se entiende la presencia de crucifijos, pues vivimos en un país laico y que, al contrario que en el pasado, no tenemos ninguna ideología religiosa. Entonces, ¿por qué hay un crucifijo en colegios laicos? Solo estos partidos políticos lo saben.

Pero seguramente el debate continúe durante mucho tiempo. Muchos años duró la guerra santa. A ver si estas nueva guerra duré tanto tiempo…

martes, 13 de abril de 2010

El caso "Egunkaria": tópicos contra la libertad




Ayer se cerró definitivamente el caso Egunkaria. Este periódico vasco que, por allá en el 2003 era el único que escribía en vasco, fue cerrado por la Audiencia Nacional al considerar que era subvencionado, apoyado y relacionado con la banda terrorista ETA. Esta acusación fue realizada por una acción popular suscitada por “Dignidad y justicia” y “Asociación de víctimas del terrorismo”.

Hasta ayer, el periódico vasco era considerado un instrumento propagandístico de ETA. Hoy se sabe que no hubo ningún tipo de relación entre el periódico y el grupo terrorista, es más, ni siquiera se encontró alguna prueba que lo relacionara con alguna actividad criminal. Simplemente, se cerró. ¿Cómo pudo darse este error?

El juez que llevó el caso, Juan del Olmo, ordenó su clausura temporal y embargo preventivo en 2003, por formar parte del conglomerado empresarial controlado por la banda. Más tarde, realizó una segunda operación contra empresas relacionadas con el periódico, sin encontrar ninguna prueba. Al no haber pruebas en esta segunda operación, pasó el caso a otro juzgado pues no tenía nada que ver con Egunkaria, el cuál sí tenía relación. El cierre y embargo iba a durar 6 meses, pero al final se fue alargando hasta 7 años. En todo este tiempo, los directivos del periódico sufrieron el ostracismo puro, llegando a ser maltratados por personas que ni siquiera sabían si, a quienes interrogaban y juzgaban, eran terroristas.

Se le acusaba de apoyar el ideario de ETA y de ser subvencionado por la banda como elemento propagandístico. Lo que sí se sabía, es que el mismo Gobierno vasco, subvencionaba este periódico como una forma de promocionar el euskera. Y la verdad es que el periódico se hizo un hueco entre los periódicos de mayor tirada con unos 15000 ejemplares diarios y 44000 lectores. Pero la evolución del diario, se vio frenada por estar relacionado con ETA. ¿Acaso el Gobierno Vasco subvenciona a ETA? ¿Es posible que un periódico de la banda terrorista tenga 44000 lectores diarios, llegando a codearse con periódicos de mayor tirada? Alguna prueba debía de existir, si un juez realiza varias operaciones contra este periódico, aunque nunca encontrara indicios.

De todas formas, con mentiras, acusaciones falsas y falta de pruebas, el periódico fue cerrado.

¿Cómo llegó a ocurrir esto? Todo se resume en una serie de frases que han calado bien hondo en la mentalidad de todos los españoles: tópicos. Solo hay que abrir bien los ojos y los oídos para escuchar siempre las mismas frases cuyas raíces nacen de la xenofobia más pura: “Los vascos son unos terroristas”, “Los rumanos son unos ladrones”, “Los asturianos son unos aldeanos”, “Los gitanos son unos delicuentes”…Todas estas frases se oyen a diario por la calle, eventos deportivos, televisión hasta mítines políticos. Por cosas así se cometen injusticias tales como cerrar un periódico que, simplemente por escribir en una lengua diferente del español puro y que casualmente es la utilizada por una banda criminal, fue condenado. Además, no hay más que ver que la acusación provenía de una masa popular, criada en este ambiente.

El cierre y demás juicios en contra de este periódico tuvieron lugar durante el gobierno del PP. Es más, durante estos 7 años se ha interpuesto en la resolución del proceso. Nunca dio su apoyo al periódico, incluso llegó a recriminar a Zapatero, actual presidente, que si los consideraba inocentes, frenaría el trabajo llevado a cabo por el presidente popular, en 10 años contra el terrorismo. Una lucha antiterrorista que se encontró con el Egunkaria y que para el Gobierno de aquel entonces, simplemente por ser un medio de comunicación en, por y para vascos, era considerado miembro del bando contrario.

En definitiva, así acaba la condena de un periódico que simplemente quería informar en su propia lengua, haciendo uso de esa libertad de expresión que se encuentra reconocida en nuestra Constitución . Aunque viendo casos así, igual necesitamos echarle otra ojeadita.

sábado, 3 de abril de 2010

"It' s a kind of magic"



Esta era una de las frases que más se repitieron en el París de finales del siglo XIX, tras ver una proyección de imágenes. Los hermanos Lumière habían causado el pánico con su nuevo invento: el cinematógrafo. Con “Llegada de un tren a la estación”, muchos invitados de la primera fila se tiraron al suelo creyendo que iban a ser arroyados por un tren. Sin embargo, por muy real que parecieran las imágenes, todo era una mera ilusión, unas imágenes en movimiento, nada más. Aún así, era impresionante.

Entre estos invitados se encontraba George Méliès que, impresionado por las imágenes quiso comprarles el invento a los hermanos. Ellos se negaron en rotundo, además de aconsejarle que ese aparato no era más que un experimento científico, que era imposible darle algún uso. Méliès empeñado en conseguir aquel aparato mágico, construyó uno propio. Por el abril de aquellos años, comenzó a proyectar sus primeras películas y pronto empezó a investigar y evolucionar aquel “cine primitivo”: apariciones y desapariciones mágicas, doble impresiones, travellings, continuidad narrativa... El cineasta francés pronto se convirtió en un pionero del cine. Los hermanos Lumière no daban crédito a lo que estaba sucediendo. Aquello no era ya un simple experimento, se estaba convirtiendo poco a poco en algo diferente: un arte.

Intentó llevar sus avances y películas a Estados Unidos, pero allí el sistema cinematográfico estaba corrompido por una auténtica mafia, con Edison a la cabeza. Explotaron sus innovaciones, pero sin darle ninguna compensación económica. Con la Primera Guerra Mundial, el negocio de Méliès se vio afectado, teniendo que abandonar toda actividad relacionada con el cine. Así acabó el sueño de un hombre que quiso hacer de una mera sucesión de imágenes una realidad.

Actualmente, tenemos todo tipo de películas y con multitud de innovaciones cada una. Y aunque algunas parezcan que se repiten y que solo se centran en los efectos especiales o en el apartado artístico sin introducir ningún elemento nuevo y revolucionario, evolucionan poco a poco a este séptimo arte. Este cine que, por allá en sus inicios no era más que considerado un simple experimento científico por unos y una brujería por otros.

Como han cambiado las cosas, ¿no? Casi como por arte de magia…