martes, 31 de agosto de 2010

La Perla: Parábola sobre el egoísmo humano



En este libro escrito por John Steinbeck, se nos relata en forma de novela corta, como una simple perla puede acarrear toda serie de desgracias a una humilde familia, que veía en ella una forma de prosperar. Esta serie de desgracias se deben al egoísmo de numerosas personas que quieren sacar beneficio de esa perla.

Cuando el bebé de Kino y Juana, es picado por un escorpión se ven en la necesidad de obtener dinero de forma inmediata para pagar al médico del pueblo, el cual, salvo que esa pareja tenga dinero, no va ayudarlos pues los considera unos seres inferiores. Entonces, encuentra la solución en una perla de gran tamaño que encuentra en el mar. Él ve en ella una forma de mejorar su vida: se casarían, su hijo iría a la escuela…Además, su bebé empieza a mejorar.

Pero todo se trunca cuando el médico les dice que el bebé no está curado, el cuál, tras tomar una pastilla del médico, vuelve a enfermar. Además, los que deberían comprar la perla, no le quieren dar el dinero que pide, pues dicen que la perla no vale tanto. Tanto sufre varios intentos de robo.

Por otro lado, Kino se empieza obsesionar con la perla, algo que no gusta Juana que le pide que se deshaga de ella. Algo a lo que él se niega y que desemboca en un brutal desenlace.

Un cuento en el que, por decirlo de una manera simple se ven reflejadas numerosas injusticias inherentes a la condición humana. Entre ellas, el ser unos inconformes, el ambicionar lo máximo sea el precio que sea. Por ello, nos aprovechamos de aquel que nos ayude a mejorar nuestra situación, sin importarnos en ningún momento por su bienestar. Somos unos egoístas que solo pensamos en nosotros mismos. Algo que se refleja a la perfección cuando el pueblo se entera de la aparición de esta perla, donde cada persona piensa que hacer para sacar tajada de esa joya.

Además, también se observa como una posible fuente de riquezas puede obsesionar y hacer cambiar a una persona. Nos hace desconfiar de la gente, a veces rozando la paranoia. Kino llega a pegar a su mujer porque ella intenta deshacerse de la perla que les está haciendo sufrir. Una obsesión de que alguien va a aparecer y nos va a robar o timar para quedarse con nuestro tesoro. Aunque a decir verdad no es ninguna obsesión sin sentido pues muchos intentan robársela.

En definitiva, una obra maestra en forma de cuento que refleja a la perfección los principales defectos del hombre.

¡Viva el calentamiento global!




Desde que el ser humano empezó a danzar por este planeta desde hace relativamente poco (4 millones de años más o menos), ha sido un ser en constante evolución, que se adaptaba con rapidez a la naturaleza salvaje. Poco a poco, fue aumentando su inteligencia y fue creando utensilios, ropas, ciudades, religiones… Todo fuera por seguir vivos en un ambiente tan hostil como en el que se encontraban.

Más cercanos a nuestra era, las cosas han cambiado. Ahora adaptamos la naturaleza a nuestras necesidades. Modificamos montañas para obtener minerales, talamos bosques para obtener productos agrícolas… Pero los grandes empresarios, los auténticos controladores del mundo, han descubierto una forma de sacar el mayor beneficio y que además se debe al consumo de sus productos: el calentamiento global.

Este calentamiento que se está dando lugar y con el cual estamos batiendo un auténtico record, al reducir el Ártico a un 20% menos que en el periodo entre 1979 -2000. Poco a poco, ese paraíso natural que muchos quieren salvaguardar, está descongelándose a una velocidad vertiginosa. Por otro lado, paulatinamente va desapareciendo, están encontrando las grandes empresas otro paraíso mineral: bajo esas tierras se encuentran grandes reservas de gas, petróleo, diamantes… Y claro, si desaparece esta zona protegida debido al calentamiento global, ¿quién se va a oponer a la explotación de estas tierras?

Hace poco, se ha descubierto en Groenlandia, la gran isla de hielo congelada entre Europa y Canadá, la segunda reserva más grande de petróleo y de gas del mundo. Por ello, ya hay numerosas empresas que quieren hacerse con estas. Numerosos miembros de Greenpeace se han opuesto a esta explotación, pues todavía se tiene en mente los desastres del BP en el Golfo de México y el de China, sucedidos este verano. Pero como siempre, se han hecho caso omiso a sus quejas.

Por tanto, las grandes petroleras, ven rentable el calentamiento global. Gracias a él, pueden seguir explotando grandes reservas, además de nuevas rutas comerciales, pues el hielo está desapareciendo. Además, este calentamiento global se produce gracias al consumo de sus combustibles. Desde luego, quien iba a decir que un desastre natural de tan grandes dimensiones iba a serles tan rentable. Ellos son los primeros en utilizar el coche para tirar la basura, los primeros en dejar la luz encendida a todas horas, de estar 2 horas en la ducha... Poco les importa la muerte de numerosas especies animales o vegetales, que numerosas playas o ciudades costeras vayan a desaparecer, o que aumenten el número de desiertos.

Es que, como quejarse de algo tan maravilloso…

lunes, 9 de agosto de 2010

Renovarse o morir




A principios del siglo XX surgió una nueva forma de entretenimiento que logró ganar muchos adeptos, a pesar de la oposición de una aristocracia que lo veía como una indecencia. El cine, que empezó como mero espectáculo de entretenimiento de las clases deprimidas fue haciéndose más importante y ganándose el respeto de aquellos que lo criticaban y que no veían ningún futuro en él.

De repente, en 1939, una compañía industrial crea una caja en la cual se ven imágenes en movimiento, algo que impresiona de inmediato al público. Había nacido la televisión. Poco a poco, muchas familias fueron adquiriendo sus televisores, siendo la nueva forma de gastar su tiempo de ocio. Debido a esto, el cine fue perdiendo espectadores.

Se crearon campañas de desprestigio de la televisión: se veían televisiones ardiendo en las películas, se hacía firmar a los actores cláusulas para no actuar en televisión… Pero la “tele” seguía ganando la batalla, que además era apoyada por el gobierno, el cual fomentaba la adquisición de televisores.

Cuando todo parecía que estaba perdido, los cineastas llegaron a la conclusión, que la única manera de ganar la batalla, era evolucionar. Entonces se empezaron a crear nuevos formatos que impresionaran al público y los cuales harían de la experiencia de ir al cine algo único, con lo cual la televisión no pudiera competir. Surgió el Cinemascope, Cinerama, rodajes con lentes anamórficas… Hasta se probó un primitivo cine en 3D, pero que fue relegado al cine de serie b al no tener éxito. Con estos cambios, el cine pudo plantarle cara a la televisión.

Hoy en día, en pleno siglo XXI, el cine debe pelear con un nuevo enemigo: Internet. Actualmente, se estrena una película y a las pocas horas ya está disponible en la red para ser descargada. Podemos ver películas actuales en casa y totalmente gratis, algo que no ocurre cuando vamos al cine. Los productores están viendo como, poco a poco están perdiendo otra vez una batalla a pesar de que están poniendo límites a este cine de Internet: leyes que lo eliminen, cierre de páginas, controles en las salas para evitar la grabación de las películas… Pero, como había pasado antes, no les queda otra que evolucionar. Y por ello se ha recurrido al 3D, como forma de salvación.

El cine en 3D, es muy diferente a aquel primitivo de los años 60, donde los espectadores debían ver las películas con gafas de cartón. Hoy en día se ha cambiado por el sistema RealD 3D y las gafas, con modelos semejantes a los de gafas de sol, además de regalarse después de cada sesión, son reutilizables para otras sesiones. Por ello, las superproducciones de hoy en día, sacan una versión en 3D, que les reporta mayores beneficios. Eso sí, aunque es más caro ir a una sesión en 3D, dejan un buen sabor de boca a sus espectadores.

Entonces, el cine ha vuelto a plantarle cara a un nuevo enemigo. Pero la televisión ha aprendido la lección y están sacando nuevos televisores que contarán con la función de 3D. Entonces, ¿con qué nos sorprenderá el cine esta vez?